Quiero empezar a entrenar en el gimnasio…¿y ahora qué?

Como cada año por estas fechas, cuando quedan unos 3-4 meses para que llegue el verano, son innumerables las personas que deciden apuntarse a un gimnasio para empezar a entrenar. Son muchos los que abandonarán por el camino, por falta de motivación, paciencia o cualquier otra excusa, pero si has tomado la decisión de empezar a entrenar en serio ya has dado uno de los pasos más importantes para lograr tu objetivo.

No cabe duda que el ejercicio físico nos beneficia tanto a nivel físico como psicológico, y en un gimnasio puedes encontrar dicho beneficio, puede ser un marco perfecto para conocer gente, relacionarte, compartir opiniones, pero por otro lado, puede ser un mar de dudas, que el gimnasio sea para ti como una jungla en el que te sientas como una hormiguita pequeñita, donde el monitor no sabe ni que existes, tu primer día puede ser angustioso e incluso que sientas vergüenza porque no sabes que te vas a encontrar allí, porque creas que estás en baja forma o porque te veas muy gordo/a y no como las portadas de las revistas de los famosos.

quiero empezar en el gimnasio

Hoy te brindo algunos consejos que te ayudarán a que la decisión de empezar a entrenar en el gimnasio llegue a buen puerto, admiro tu decisión, pues hay que tener valor para coger las riendas de tu vida y decidir cambiar de una vez por todas.

Lo primero: No te dejes intimidar.

Al principio es normal que con la gran cantidad de máquinas, aparatos y clases colectivas en las que podemos participar,  nos sintamos intimidados.   Muchas de esas máquinas trabajan músculos con nombres muy raros que en tu vida habrás escuchado (¿has oído alguna vez «esternocleidomastoideo»? jejeje…). No te asustes, poco a poco irás cogiendo destreza con ellas. También puede que imaginemos que la gente nos está mirando, créeme si te digo que si no te vistes muy estrafalaria o te pones ha hacer ejercicios con mucho peso sin tener ni idea,  no vas a desentonar, te miraran como te miran en cualquier otro lado, calle o supermercado.

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Segundo punto: Acércate a los monitores y pregunta…para eso les pagan.

Una vez estés en la sala de pesas (con tu toalla y tu botella de agua), deberás saber quién es el monitor, acercarte a él y dile que eres nuevo/a y que quieres empezar a entreanar, que quieres una rutina para adelgazar, (o lo que consideres oportuno)., pero que antes te gustaría que te explicase las principales máquinas. Es muy común que los monitores vayan a su bola y no sepan quién es el nuevo, así que acércate a uno de ellos si quieres que te asesoren. Ahora «pídele a los santos» que sea un monitor con buena formación y experiencia y realmente te ayude, no siempre suele ser así. Puede que te encuentres al típico «musculitos» que de lo que se preocupa más es de su propio cuerpo y de las chicas más monas en general, ahhh pero siempre te pueden  dar una fotocopia con una rutina/tabla 3×15 (tono sarcástico).  Dependiendo del caché del gimnasio, te tratarán de una forma u otra. Si lo que quieres es un entrenamiento más efectivo y personalizado te recomiendo que contrates un Entrenador Personal.

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Tercer punto: En la «Viña del Señor» (el gimnasio) te vas a encontrar todo tipo de personas.

Cuando digo de todo es de todo. Por ejemplo encontrarás a:

  • Típicos cachas de gimnasio que estarán levantando cientos de kilos y mirándose constantemente en el espejo.
  • Típicos gallitos de gimnasio o que se creen una especie de pseudoculturistas o metrosexuales pero que en realidad son unos cuerpoescombro.
  • Mujeres que van a caminar en la cinta como si se estuviesen preparando para el camino de Santiago (pasan los minutos…y tu sigues esperando)
  • Personas más mayores que se nota que van al gimnasio porque el médico les ha dicho que tienen el colesterol alto.
  • Ninis que parece que van al gimnasio para ligar o para hablar con sus amigos, mientras ocupan una máquina por dos horas y chatean por WhatsApp.
  • Y, por supuesto, gente que se nota que es nueva y que va con su rutina en la mano, mirándo qué ejercicio le toca y con aspecto de perdidos. Este eres tú, pero que más da, tu has tomado la decisión de empezar a entrenar, olvídate de todo y al lío.

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Cuarto punto: Para empezar con tus objetivos, busca lo simple.

Para lo que queremos conseguir, no necesitamos gimnasios donde se hagan miles de clases de cosas que apenas sabemos pronunciar (chimichurri-pump o de super mortal combat fitness) y que tiene miles de máquinas distintas para ejercitar hasta los párpados. Para empezar, un gimnasio debe poseer estas tres cosas básicas:

1.- Una sala de musculación, con las máquinas más básicas para trabajar grandes grupos musculares, barras, mancuernas y discos.
2.- Una sala de cardio con cosas básicas como cinta y bicicleta.
3.-
Un buen monitor (es básico que tenga un buen profesional para asesorarte).

Quinto punto: Si puedes, dúchate en tu casa.

No hablamos si puede que tengas complejos por enseñar tus partes nobles, tus kilos de más o tus michelines a desconocidos, es una cuestión puramente higiénica. Aunque parezca que los aseos de un gimnasio están limpios, es casi imposible matar todos los gérmenes al estar constantemente húmedos y al pasar por allí infinidad de personas. Por mucho cuidado que lleves, utilices chanclas y te seques bien los pies, puedes coger algún hongo.

empezar a entrenar duchate en tu casa

Sexto punto: Probablemente te salgan agujetas los primeros días de entrenamiento.

Normalmente aunque hagas un entrenamiento muy suave, tu cuerpo al no estar acostumbrado padecerá las agujetas. Vas a sentirlas durante varios días, será molesto al principio, pero siempre queda esa sensación de que ya has empezado a trabajar los músculos.  Descubrirás «músculos nuevos» gracias al dolor donde ni pensabas que exisían. Por lo tanto, olvídate de tomar agua con azúcar y remedios similares. Las agujetas son micro roturas del músculo, y solo desaparecerán cuando el cuerpo las repare.

Séptimo punto: No pretendas realizar el trabajo de varios meses en una semana.

Te recomiendo que tengas paciencia y constancia para conseguir tus objetivos. Lo ideal es que al principio sigas una rutina en el gimnasio de 3 días a la semana, y de una horita de ejercicio por sesión. Entiendo que al principio quieras ir todos los días, pero es un hábito que quizás no puedas cumplir y lo mejor es empezar poco a poco. No quieras ganar lo que se tarda un año en un mes y recuerda que el descanso es esencial para la recuperación de nuestro cuerpo.

Resumiendo, si eres una persona novata que quiere empezar a entrenar en el gimnasio, no debes agobiarte y pensar que todo el mundo va a estar mirándote a ver si haces tal o cual ejercicio, y no pienses que vas a destacar sobre los demás porque te vas a encontrar de todo. Tu vergüenza irá pasando conforme pasen los días, irás ganando confianza en tí mismo y poco a poco ganarás experiencia, tu rutina de ejercicios la harás de forma automática y sin ayuda.

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Cuando seas una persona con cierta experiencia, intenta ayudar a la gente que está empezando, sin agobiar, y ellos agradecerán tu gesto, pero no te conviertas en el «sabelotodo del gimnasio» que ha leido algo en la revista «MUSCLE-GYM-MANIA» y donde en la portada viene un tio con los brazos enormes y cuyo título es «consigue estos brazos en una semana». Huye de la gente que promueve esta forma de entrenar!.

Si por otro lado no te sientes motivado para empezar, déjate asesorar por un profesional de la actividad física y la salud, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. WELLFIT – Tu Entrenador Personal a domicilio.