Tal vez muchos de los que vais a leer el artículo os sintáis identificados pues es algo que sucede a menudo. Yo mismo lo he sufrido en mi propio cuerpo. Después de una ruptura de pareja, divorcio, separación o situación similar, es muy normal que muchas personas aumenten considerablemente de peso o por el contrario adelgacen unos kilos sin motivos aparentes.
¿Cómo afecta una ruptura de pareja en nuestro peso?
Cuando una relación de amor termina, y uno permanece enamorado siente como si el mundo se le hiciera trizas frente a sus ojos. No queda lugar sino para el llanto, y no hay más momento que para la pena. Lo que sigue es un estado que va de la ansiedad al estupor y de la tristeza a la depresión y este sentimiento de pérdida que provoca dolor, preocupación y malestar se acompaña de síntomas físicos como la pérdida del apetito, llantos incontrolados, insomnio, pensamiento obsesivo y recurrente con respecto a la persona amada, perdida de peso, en algunos casos aumentos de peso por ansia incontrolada de comer (podemos vernos más de una noche en el sofá devorando una tarrina de helado, comiendo «porquerías», o atracando la despensa en busca de bollería industrial o el ansiado chocolate para que calme nuestras penas), gastritis, diarreas, caída de cabello, debilitamiento de las uñas, etc.
Salir del «desamor» pasa por el proceso de aceptar la pérdida, como un hecho natural de la convivencia humana. La aceptación supone también la reconstrucción de la autoestima lesionada. Generalmente una pérdida acarrea un juicio negativo sobre uno mismo, el sentirse “incapaz” de conservar un amor. Superar la pena es quizá el trance más difícil, pues el ánimo abatido necesita recobrarse a partir de asumir que la persona necesita recuperar su capacidad de volver a querer y sobre todo ser querido.
Mientras superamos el «desamor» no hay nada mejor que adoptar hábitos sanos para sentirse y vernos mejor cada día.
Veamos qué consejos puedo darte tanto por mi experiencia personal como desde un punto de vista más profesional:
- Vive de forma saludable: Opta por tener una vida saludable, en todos los sentidos. Cuando vayas al mercado, compra frutas y verduras en lugar de snacks, postres, chocolate o bollería industrial.
- Aprende a vivir contigo mismo: El estar solo no implica que no valga la pena cocinar para uno solo, y debe ser todo lo contrario. Aléjate de los restaurantes de comida rápida, aléjate de la comida basura.Y ni que decir tiene del alcohol.
- Tómate tu tiempo para recuperarte: No te presiones para volver a ser la persona alegre que eras antes del desamor. Acepta tu situación y ten paciencia hasta que la herida esté cicatrizada.
- Haz ejercicio en tu tiempo libre: En lugar de tirarte en la cama a llorar o en el sofa a ver televisión, sal a caminar o a andar en bicicleta. La actividad física tiene un potente efecto para prevenir la depresión y además te ayudará a mantenerte en forma.
- No dejes de comer: Con el desamor directamente optamos por pasar las comidas de largo, intenta comer lo que puedas aunque tengas un nudo en el estómago. Tener una alimentación saludable te ayudará a recuperar tu figura y a prevenir enfermedades.
- ¡Mantente en movimiento!: Si tus amigos siempre te invitaban a salir a caminar con ellos o ir al gimnasio y siempre le decías que no podías porque tenías cosas que hacer, ¡es hora de que aceptes la invitación! Puedes dejar organizadas tus tareas con antelación si lo deseas, y así te ahorras la excusa. Al hacer ejercicio te sentirás con más energía además de que te ayudará a tener una vida social más activa. Tal vez también sea hora de empezar con un Entrenador Personal.
Es tan corto el amor y tan largo el olvido…(Pablo Neruda)
…sobre todo porque no es tan fácil quitar de tu cabeza a alguien que siempre llevarás en tu corazón…
(Antonio Corrales)
Fuentes: http://drechegaraypsicoterapeuta.blogspot.com.es/